La Región de Cajamarca

            La región de Cajamarca es la más baja y erosionada de la Cordillera de los Andes peruanos y está constituida en su mayor parte por sedimientos y rocas metamórfica, caliza, arenisca y cuarcitas, con escasas rocas intrusivas. No hay macizos granodioríticos, de allí que el relieve sea más ondulado y menos abrupto que el de otras regiones y que tengan los suelos mayor capacidad de uso. Es una región de climas y altitudes muy diversos: Las fajas climáticas se concentran en áreas relativamente pequeñas debido a los cambios de altitud, lo que determina la variedad de pisos en el sistema ecológico y, consecuentemente, de recursos naturales.

 

          Es una región de clima subhúmedo, con lluvias estacionales y normalmente escasas. La agricultura tiene que prosperar a través de irrigaciones. Los picos más elevados son el cerro Hualgayoc (4800 m), el Agopiti, en Cajamarca (4056 m) y el Algomarca en Cajabamba, (4076 m). Hay cuatro zonas

climáticas: 

 

1) Los valles y cañadas de la zona tropical baja, llamados temples, donde se cultivan actualmente yuca, cítricos, plátanos, caña de azúcar, coca, etc.

 

2) La zona templada, productora de granos, maíz, arvejas, lentejas, trigo, zapallo, caigua y hortalizas.

 

3) La jalca, zona fría dedicada al cultivo de la papa y otros tubérculos.

 

4) La zona de pastos naturales llamada "jalca fuerte" donde se vive del pastoreo.

 

Varios ríos y multitud de riachuelos y quebradas han labrado el relieve de este territorio y formado valles de diversos temperamentos. El río más caudaloso es el Pumarunco, llamado Crisnejas por los españoles.

 

Formado por el Cajamarquino y el Condebamba, recorre 60 kilómetros antes de desembocar en el Marañón. El Cajamarquino nace al norte de la ciudad de Cajamarca a una altura de 4270 m y al unirse al Mashcón cambia su nombre por el Río Grande, y confluye con el Condebamba para formar el Crisnejas. El río Condebamba nace al SO de Huamachuco, en el cerro Shilcahuanga a 4222 m y discurre el NE con diferentes nombres hasta confluir con el Cajamarquino, al norte de la ciudad de Cajabamba.

 

La riqueza de sus pastos ha permitido desarrollar una moderna ganadería lechera. La ganadera lechera, sustentada en la excelente calidad de los pastos, constituye una de las más significativas fuentes de trabajo y provee de leche a las fábricas procesadoras. Los ambientes más propicios para la vida del hombre son los valles entre 2300 y 3500 m. El relieve es más suave en las provincias de Cajamarca y Cajabamba, cuyos valles se encuentran entre los más amenos y fértiles del Perú.

 

Pero no se podrá tener una idea cabal de la región sin referirse al paisaje, al espléndido paisaje cajamarquino que tantas veces ha sido objeto de admiración y deleite por parte de cronistas, viajeros, escritores, artistas como de todos cuantos han llegado a la región. Una visión del paisaje cajamarquino nos ofrece el filósofo y fino escritor Mariano Iberico en los siguientes párragos.

 

"No es fácil caracterizar el paisaje cajamarquino ya que es de una infinita variedad,

que va desde la desértica desolación de las altas cumbres hasta el cálido verdor de

los valles, desde la suma austeridad de los tristes pajonales a la lujuria de la

vegetación de algunas quebradas; de una variedad entre cuyos extremos de altitud y

profundidad se extienden las llanuras o se despeñan los torrentes en época de las

lluvias para dejar visible en el verano, n la resaca erosión, algo así como la intimidad

geológica del planeta...

... A veces he pensado que lo que confiere unidad a esta pluralidad es algo que viene

de lo alto: la luz y el cielo, la luz que ilumina con igual y generosa intensidad así la puna

como el valle, y el cielo que extiende sobre toda la vasta extensión de la tierra, la sublime

monotonía de su profundo azul o la movible plástica de sus nubes ora amenazantes y

tétricas, ora ingrávidas, ora luminosas y policromas como cuando decoran con

maravillosos reflejos purpúreos o áureos, la silenciosa majestad del atardecer".