EL CERRO DEL GUITARRERO
A la salida de Cajamarca, y siguiendo la carretera a Chilete como a unos cinco kilómetros, se encuentra un cerro que mirando de perfil y de alguna distancia tiene la forma de un hombre echado tocando guitarra, de donde proviene su nombre.
En este lugar existen algunas hendiduras naturales y antes había una pared formada por grandes lajas. Aprovechando esta superficie, los moradores prehispánicos del valle de Cajamarca grabaron acciones de caza. Lamentablemente estos pictograbados, no hace muchos años, fueron destruídos con dinamita por modernos e iconaclastas extirpadores de idolatrías, que pensaron desterrar la superstición destruyendo estas imágenes, que los campesinos utilizaban para sus prácticas de brujería.
En el Guitarrero, los días viernes, se reúnen los brujos para realizar sus ritos mágicos, aprovechando las cuevas pequeñas que existen en dicho cerro y que antes las verificaban ante las pictografías.
En cierta oportunidad, el autor en compañía del señor Agustín Mondragón, por entonces alumno de la Universidad de Cajamarca y el Señor Feliciano Reya, el día sábado por la mañana encontraron en una pequeña cueva, restos de una vela que había ardido con hilo de lana blanca. Al pie de la cruz se encontró unas figuras de azúcar y un paquetito que luego se determinó que contenía azúcar candi.
De este mismo lugar se ha conseguido un extraño y curioso documento, redactado en el anverso de una cajetilla de cigarros marca "Inca" cuyo tenor literal es el siguiente:
Guitarrero Diablo Mayor
aquí te entrego a mis enemigos:
Carlos Medina Martínez
Olinda Herrera Vásquez
Dionisia Medina
Segundo Abrahn Medina
Eudocia Medina Haccha
Antonio Medina Huaccha
Emiliano Flores
Rosenda Ocas Llanos
Víctor Arribasplata
Lucifugote traigo a estos carneros
con bastante rabo
Y estos borregos para tu pascua
y si cumples seguiré viniendo
a regalarte muchos más.
Por esta concurrencia habitual de los brujos, se considera que el Guitarrero está poseído por el diablo siendo peligroso transitar por el.